14 jul 2021

Virgen del Carmen, Flor del Carmelo

 

Cada vez más, el Maligno va atacando con más fiereza pues el tiempo se le termina y los acontecimientos se precipitan. El Señor está cerca, y hemos de portar, investidos con el hábito del Carmelo celeste, el santo Escapulario, como armadura y defensa, es el signo visible de la protección maternal de su Manto celestial.



Mi Mamá me mima, nuestra Madre nos cuida, besa tu Escapulario, signo de tu conversión y vive tu consagración a la Virgen cada día, desde la salida del Sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.



Alabemos, 


¡Bendito seas Señor!


¡Viva Cristo Rey!


¡a Ti gloria y alabanza por los siglos!









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