¡Mal haya al alma audaz que esperó,
apartándose de Ti,
hallar algo mejor!
Vueltas y más vueltas, de espaldas, de lado y boca abajo, todo lo halla duro, porque solo Tú eres su descanso.
Mas luego te haces presente, y nos libras de nuestros miserables errores, y nos pones en tu camino, y nos consuelas, y dices:
“Corred, Yo os llevaré y os conduciré,
y todavía allí Yo os llevaré”
CONFESIONES
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